Hace dos años era la contaminación ambiental el tema que más preocupaba a los chilenos, pero ahora no está siquiera entre las tres primeras preocupaciones. Actualmente la sequía el lo más importante, seguido por la deforestación. Ambos tienen en común a que pueden atribuirse a los efectos del cambio climático, dice Claudio Azat, director del Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la U. Andrés Bello, entidad que hace casi una década realiza la ‘Encuesta de Actitudes hacia el Medio Ambiente’.
Este estudio, que ya va en su novena versión, indaga sobre la opinión de los chilenos en relación con temas medios ambientales. ‘Queremos conocer cuál es la percepción de la gente y lograr que las autoridades las tomen en cuenta a la hora de desarrollar políticas públicas’, aclara Azat. Para la encuesta se entrevistó a 1.857 personas de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y Biobío, entre el 8 y el 15 de octubre de 2020.
‘Lo que más me llamó la atención tiene que ver con el rol que tiene la ciudad para las personas. La ciudad aparece en muchas respuestas: el transporte, el acceso al agua, las áreas verdes; incluso cuando la gente reconoce a la ciudad como uno de los factores depredadores de la biodiversidad. En Chile, nueve de cada diez personas viven en ciudades y cada vez estamos más conscientes de lo que significa vivir en comunidad, y es ahí donde tenemos mayor cantidad de tareas por hacer’, dice Iván Franchi, investigador del CIS.
En ese sentido, agrega Franchi, hay diferencias en la nota que los ciudadanos de menores recursos le ponen a la infraestructura urbana —como ciclovías o áreas verdes—, en relación con los de mayores recursos, dejando en evidencia que no se está desarrollando de la misma manera.
En general, la valoración de la infraestructura urbana es baja. Azat dice que la nota, por ejemplo, de la cobertura de las ciclovías existente es bajísima: un 3 en una escala del 1 al 7. Mientras que el transporte público se evalúa con un 3,9.
El cambio climático
El medio ambiente está en el quinto orden de preferencias entre los temas importantes para los chilenos, por debajo de la salud, el trabajo, la educación y la seguridad, y por encima de tópicos como pensiones o igualdad de ingresos.
Este año se decidió incluir temas relacionados con el proceso de redactar una nueva Constitución. Al consultar por los temas más importantes a considerar en la nueva Carta Magna, los cinco más mencionados son salud (65%), educación (58%), pensiones (44%), medio ambiente (38%) y agua (25%).
Y con relación a la posibilidad de establecer un nuevo modelo de desarrollo económico, entre las opciones destaca ‘una economía basada en la innovación y el desarrollo tecnológico’, con un 94% de las menciones.
‘Los chilenos están conscientes de las repercusiones del cambio climático. Pero, a pesar de ello, si se les pregunta cuál es la acción personal que están haciendo para luchar contra él, la gran mayoría dice que reciclar (46%). Esto es un poco contradictorio, porque el reciclar tiene muy poca repercusión en el cambio climático, pero sí lo tienen acciones como comer menos carne, tener menos hijos o elegir un candidato preocupado por esta temática’, dice Azat.
‘Hay acciones que tienen buen marketing ambiental, por decirlo así, como son reciclar o usar ampolletas de ahorro de energía, pero en la práctica no son las principales acciones para combatir el cambio climático’, agrega Fanchi.
La encuesta también preguntó sobre hábitos en la pandemia. El mayor cambió se ve en el uso de transporte: si se consideran las tres primeras preferencias por persona, el auto particular logra el primer lugar (71%), por sobre medios de transporte público. Un porcentaje superior al de años anteriores y que evidencia una preocupación por el contagio en lugares públicos.
‘Las personas están privilegiando también la bicicleta propia (45%) o caminar (48%), por sobre el uso del taxi (12%) o las micros (22%). Las autoridades debieran tomar nota de aquello y preocuparse de la infraestructura urbana para el transporte en bicicleta, que está siendo mal evaluada’, concluye Azat.
Fuente: El Mercurio