Considero fundamental corregir las afirmaciones de Luis Nario del Instituto de Ingenieros. 1) Existe consenso científico de que los glaciares SI constituyen reservas estratégicas de recursos hídricos, y su protección per se SI constituye un respaldo para la disponibilidad hídrica de mediano y largo plazo (IPCC). 2) Los embalses son caros y sin lluvia no se llenan. Los del norte y centro del país están con déficit moderado o extremo según monitoreos de la Dirección General de Aguas de Chile (DGA). Hoy el déficit es de 34% respecto a sus promedios y el mayor déficit 55%, corresponde a los mixtos (generación y riego). A modo de ejemplo la acumulación de aguas en el Embalse Laguna del Maule es de sólo 28%, Embalse Colbún es de 50%, en Embalse Laguna del Laja es de 22% y en Embalse Peñuelas es de sólo 2%. Clarísimo ¿no? 3)La minería nunca ha sido, ni será sustentable: a) extrae un recurso no renovable, b)deja una herencia de pasivos tóxicos (relaves) y c) en el caso de Chile, su desarrollo en altura interviene las cabeceras de cuenca donde están los glaciares blancos, de roca, el permafrost y los nacimientos de las aguas. 4) Finalmente basta revisar las multas aplicadas por la DGA o la Superintendencia a Codelco, Barrick, Anglo American, Teck, Minería Activa SPA y Lundin Mining por incumplir las Resoluciones de Calificación Ambiental; daño ambiental; derrame de concentrados de cobre a ríos; drenajes ácidos desde depósito de Estériles; o extracción ilegal de aguas; entre otros. Por ello en el contexto de las sequias y estrechez hídrica intensificada por el calentamiento global, se hace más evidente la importancia vital y estratégica de los glaciares que la ley en tramitación viene a proteger. Definitivamente podemos vivir con menos minería, pero no con menos agua.
Carta de Sara Larraín
Publicada en El Mercurio