Antes de la llegada del cambio climático, en Estados Unidos hubo, en los últimos 800 años, sequías de 50 y 30 años.
Antes de la llegada del hombre, y por supuesto que antes de la Revolución Industrial y el cambio climático, con sus espantosas temperaturas, incendios forestales sin control y monstruosos tornados, ya existían en el planeta marcados ciclos de temperatura y lluvia, algunos de los cuales barrieron con civilizaciones completas.
El doctor en Ingeniería Civil de la Universidad de Texas Upmanu Lall ha centrado su investigación en el análisis de estos grandes ciclos. En el bloque del Congreso Futuro ‘Empoderar el planeta’, mostró un gráfico que representa la caída de agua en Estados Unidos desde el año 1200. Los datos los obtuvieron de múltiples fuentes, desde árboles milenarios que han registrado en su corteza la cantidad de humedad que han absorbido, hasta restos arqueológicos de pueblos indígenas.
El estudio arrojó que entre el año 1200 y 1350 hubo dos grandes sequías de 30 años cada una; en los siglos XV y XVI, se registraron dos sequías de 50 y 20 años respectivamente; en el siglo XIX una sequía duró 11 años y la otra 13; mientras que en el siglo XX, hubo dos sequías, una de 15 y otra 8 de años.
‘Por lo general, la políticas del agua se basan en la información de la lluvia caída en el último siglo, donde se registran sequías de 11 años como máximo’, dice Lall. ‘Nunca se ha pensado que podríamos tener una sequía de 30 años, y mucho menos una de 50. Esas sequías destruyeron culturas indígenas en Estados Unidos porque no estaban preparadas. Lo hemos comprobado analizando sus restos arqueológicos. La pregunta es, ¿estamos preparados para soportar una sequía de esa envergadura hoy?’.
Otra pregunta, ya que estamos en Santiago: ¿Podríamos tener una sequía de 30 o 50 años?
Lall toma lápiz y papel y empieza a garabatear lo que parece ser un gráfico. Corresponde al caudal del río Mapocho desde el año 1960 hasta el 2015. Esto lo sabe porque un chileno que investiga inundaciones hizo un doctorado con él en Texas.
El gráfico de Lall dice que entre 1960 y 1980 el caudal del Mapocho se mantuvo estable, pero enseguida aumentó abruptamente hasta el 2010 más o menos. ‘Pero ahora las cifras del caudal se ven bastante mal’, asegura. Y el porqué lo explica con otro gráfico, esta vez del caudal del río Colorado, EE.UU., que va desde el año 1000 hasta el 2015.
Tiene muchos altibajos, pero lo importante es que desde el año 1960 hasta el 2015 la variación coincide de manera casi idéntica con el río Mapocho. Luego, concluye Lall, ‘Chile podría tener una sequía como la que ha afectado en el pasado a Estados Unidos.
Viernes 18 de enero de 2019.
Fuente: Las últimas Noticias.