Cada 29 de diciembre los Ecologistas de Chañaral recuerdan con aflicción el célebre y mediático baño del ex presidente Ricardo Lagos Escobar, en la contaminada bahía del puerto nortino. En esta ocasión, el dirigente ecologista de CHADENATUR, Manuel Cortés Alfaro, da cuenta a 13 años de este suceso y describe sus aprehensiones en el devenir de esta realidad ambiental invisibilizada y olvidada durante muchos años.
¿Cuál es el significado que ustedes les otorgan al baño de Ricardo Lagos en la Bahía de Chañaral?
A través del tiempo pasado, podemos decir que este acontecimiento refleja muy bien como se están desarrollando hoy la política social y, más específicamente la lógica ambiental
¿Cuál creen ustedes que fue el móvil que genero esta acción mediática?
Hay muchas versiones sobre esta situación, alguna que tiene que ver con las aspiraciones de una salida al mar de Bolivia, otra de dar a saber que la playa chañaralina estaba descontaminada producto de algunas fracasadas medidas de mitigación y la otra es una declaración hecha por el propio Ricardo Lagos a «The Clinic» en donde planteaba que «ya no son importantes las barreras arancelarias, sino que en la actualidad había que salvar las barreras verdes», hecho que permitía vender la producción de cobre a los mercados europeos y asiáticos, pero que además correspondía a una invitación efectuada por el ex Alcalde Héctor Volta, que publicitaron algunos medios regionales y que obviamente tenia la mano negra y la presencia del Gerente de División Salvador de Codelco-Chile.
¿Y cuáles eran las pruebas con que se contaban para afirmar que el sector estaba contaminado y oponerse a esta acción que dio la vuelta al mundo?
Hay una infinidad de estudios científicos y tesis que corresponden a connotados investigadores de universidades nacionales y extranjeras y, además, de propios organismos del estado que testificaban la peligrosísima contaminación. Ahora, posteriormente al baño de ex presidente, varios estudios más corroboraban la apreciación indesmentible y la gravedad que significaban los relaves bajo las propias narices de toda una comunidad indefensa.
¿Y qué significó, o que produjo este chapuzón acontecido hace más de una década?
Para nosotros, en primer lugar fue una burla generalizada a toda una comunidad no solo por la más alta envestidura política del país, sino también de todo un gobierno cómplice y complaciente, en donde no se alzaron voces, ni siquiera de la oposición de ese entonces y, en segundo lugar, un retroceso brutal a las aspiraciones por serias medidas de mitigación, estudios de material particulado o avances significativos en la materia y, en el mejor de los casos, hacerse evidente el derecho constitucional y la obligación del estado por asegurar el derecho de vivir en un ambiente sano y libre de contaminación.
¿Para ustedes, como organización de la sociedad civil, como ven los caminos a seguir o que expectativas tienen del futuro inmediato en relación al tema?
Siempre hay esperanzas en tanto tiempo recorrido, como asimismo, tantas vías por donde transitar, todas ellas pueden acercarnos a fuertes medidas de justicia social y ambiental, sin embargo hay una tarea que para nosotros es importante y, esta es reconocer por vez primera y en forma oficial, que Chañaral es una ciudad contaminada a los ojos de todos y especialmente de quienes tienen por deber preocuparse de esto, es decir, partir de cero para luego comenzar a delinear las mejores formulas, una de ellas, largamente añorada es la instalación de monitores que midan el material particulado respirable de acuerdo a la normativa vigente y que de pie a la denominación de zona saturada, tal como es la percepción y que hoy, producto del aluvión del 25 de marzo de 2015, terminó por contaminar, aún más, nuestra inerme bahía y, con eso, permita la llegada de recursos gubernamentales por ley.
¿Finalmente como cree que será a partir de ahora la gestión municipal, tomando en cuenta la nueva autoridad que acaba de asumir, en relación a este emblemático tema ambiental?
Tenemos tremendas expectativas dado a que el nuevo alcalde, Raúl Salas Aguilera, a comprometido dentro de su programa una fuerte preocupación ambiental y, lo que esperamos, es que éstas se puedan ajustar con lo que siempre hemos esperado y poder conciliar propuestas que incorporen fuertemente la participación ciudadana no sólo en el diagnóstico sino también en el seguimiento acucioso de las diferentes vías que permitan avanzar por vez primera en esta dramática situación ambiental.