“Aquí en Chile manda el señor Luksic»

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“Aquí en Chile manda el señor Luksic»

Cristian Flores CaimanesLos abogados de Caimanes comenzaron a conversar con los representantes de minera Los Pelambres para generar un acercamiento con la comunidad varios meses atrás. Las negociaciones terminaron en la elaboración de un plan que hoy tiene dividida a la localidad. Algunos aceptaron las condiciones de la empresa y otros, como Flores, se resisten a poner la rúbrica en un proyecto que catalogan como “un acuerdo lleno de trampas”. Lea con atención y ponga fichas.

¿Cómo vivieron el terremoto en Caimanes? ¿Harto susto me imagino por una eventual caída del tranque?
Yo no me encontraba ese día en Caimanes. Estaba en Curicó con mis hijos que habían salido de vacaciones, pero me comuniqué con la gente de acá. Se cortó la luz, hubo varias familias que durmieron en las laderas de los cerros o en otros lugares donde se sentían seguros. Mucho llanto, mucho pánico. Todo el mundo lloraba porque pensaban que se les venía el tranque encima.

¿Qué te contaron?
Mis abuelos, por ejemplo, me contaron que cuando empezó a temblar estaban en la cocina solos y se aferraron a lo que Dios quisiera. Dijeron: “Si el tranque cae, no tenemos posibilidad de arrancar” y se quedaron ahí no más.

¿No tenían zonas de seguridad?
Si el tranque se hubiera caído, no existía ningún plan de seguridad, de rescate, ninguna alarma. La gente arrancó como vuelta loca y bueno, algunos dijeron: “Nos quedamos aquí no más, a lo que salga”. La Corte Suprema le solicitó a la empresa hace tres años que invirtieran en un plan de seguridad. Ya van tres años y aún no aparece. Puede que lo tenga el municipio, pero a la comunidad no se lo han presentado. Si el tranque hubiera caído yo no sé qué hubiera pasado, no sabemos cuál hubiera sido el impacto en nuestra comunidad.

Pero no se cayó. La empresa debe estar bien contenta.
Ellos han dicho a través de sus informes que el tranque soporta un sismo de 7.5 con epicentro en la cortina y un 8.5 con epicentro a 80 km de la cortina. Yo no tengo los datos exactos, porque acá el epicentro fue en Canela Baja, pero independiente de esto hay otros informes que aseguran que el tranque es igualmente peligroso. Un terremoto no es el único evento riesgoso. Una lluvia “milenaria” también lo puede botar. Hay que recordar que la Corte de Apelaciones dijo en el año 2006 que el tranque era altamente lesivo. Pero bueno, nosotros ni ellos somos dueños de la verdad. No tenemos una bolita de cristal en la mano para predecir el futuro.

Al menos se dieron una vuelta arriba de los cerros para ver cómo estaba…
La empresa llevó a un par de personas de Caimanes a visitar el tranque, pero por los lugares que ellos quisieron. Esa misma noche, según antecedentes que nos proporcionaron los propios trabajadores, comenzaron a compactar la cortina del tranque con maquinarias para que al otro día pudiera subir gente a mirar y se dieran cuenta que prácticamente no había sucedido nada. La verdad la saben solamente ellos.

Trampas
En Caimanes ha habido un terremoto mucho más silencioso… Supimos hace poco que la comunidad está en conversaciones con la minera y que habría luz verde para un eventual acuerdo.
Nosotros autorizamos al abogado Ramón Ossa para que iniciara conversaciones con abogados de la minera, representada por el estudio del señor Andrés Jana, no para que regresara de vuelta con un acuerdo previamente redactado. Ramón nunca me explicó en qué consistía hasta que nos entregó una copia de las bases del acuerdo a 6 o 7 dirigentes. Si bien es cierto al principio pensé que era una buena estrategia llevar adelante un plan de acuerdo, una vez que lo leí y analizamos con gente del comité, nos dimos cuenta que las bases del acuerdo eran prácticamente una burla para la comunidad. Era un acuerdo que venía lleno de trampas.

¿Qué tipo de trampas?
Se le proponía a la comunidad que, a cambio de que nosotros demos la firma para bajarnos de los juicios, nos ofrecían planes de manejo que las mineras están obligadas por ley a entregar a las comunidades en los lugares donde impactan. Dentro del acuerdo, por ejemplo, nos decían que nos devolverían el agua. ¿Cómo nos van a devolver el agua si es parte de un juicio que ya ganamos en la Corte Suprema?

Un deber de la empresa, en el fondo.
Es un deber de la empresa devolver el agua, no tiene por qué formar parte de este acuerdo. Otra cosa que decían las bases es que implementarían planes de seguridad, cosa que también fue ganado en la Corte Suprema a través de un recurso de protección. Hace más de tres años que estamos esperando que cumplan con esa sentencia.

También ofrecen diez millones de dólares para un plan de desarrollo social de salud, vivienda, educación y emprendimiento.
Yo no me opongo a que ellos quieran darle beneficios a la comunidad, pero primero cumplan el fallo. Ya, “les vamos a cooperar a la gente que está enferma, les vamos a dar unas bequitas a algunos estudiantes”, pero si el tema de fondo es que la minera tiene que devolver las aguas. No hay que desviar el tema. Además, esos supuestos planes de desarrollo ya los ha implementado a través del plan Choapa que entrega beneficios a toda la provincia.

Pero no es extraño tampoco que haya gente que crea que un conflicto ambiental se resuelva con dinero…
Yo jamás he dicho que a la gente de Caimanes no se le tenga que pagar los daños y perjuicios que, además, han sido acreditados por tribunales. Pero eso no quiere decir que tengamos que bajar los juicios. Nosotros queremos llegar hasta el final, pase lo que pase, y que de una vez por todas se respeten los juicios de los tribunales, para bien o para mal. Y si hay que perseguir indemnizaciones económicas, se van a perseguir igual en un juicio civil. No estamos apurados…

El tema de bajarse de los juicios, suena un poco a chantaje…
No sé qué nombre darle, porque cualquier palabra mal dicha puede ser usada en mi contra. Aquí, claramente, nos quieren dejar atados para que no podamos volver a reclamarles a ellos nunca más nada. Son tan pasados de listos que quieren que nos bajemos de los juicios que ya hemos ganado y que, además, renunciemos a los eventuales juicios que podamos tener en contra de Pelambres en el futuro. Más encima obligan a la comunidad a llevar una relación armónica con la minera, o sea, estoy obligado a ser amigo de ellos y a colaborar con el proyecto. ¿Cuál es, entonces, la parte buena?

Para algunos, supongo, el vil dinero…
Ahora nos quieren venir a comprar los juicios, burlándose de nosotros como si fuéramos los mismos pájaros del año 2001, cuando llegaron a vendernos la pomá. Esa vez engañaron a los dirigentes de la comunidad, por intermedio del abogado de Víctor Ugarte, Fernando Dougnac. Pero dos veces es mucho poh viejo. Una vez es violación, pero si te quieren violar dos veces es porque te gusta ¿o no?

Ahora, igual que antes, crees que se trata de un acuerdo entre abogados…
Fue un acuerdo redactado entre abogados que se le trata de imponer a la comunidad con el pretexto que se puede mejorar. Encuentro muy extraño que de un día para otro los abogados de nosotros cambiaran tanto su discurso, y como personas también. No sé qué hay detrás.

Dinero.
Mira, yo sé que los abogados trabajan por plata, lo tengo claro, pero a qué costa, eso es lo que me duele a mí y a un montón de caimaninos. Aquí están tratando de imponerle un acuerdo a la comunidad que nosotros, como titulares de las demandas, no hemos facultado. Este acuerdo está cocinado de antes, lo único que falta es que la gente lo apruebe. No es una propuesta que los comuneros hayan impulsado.

Pero la empresa ha dicho que la comunidad sí ha participado…
Hay una división bastante importante. Si le preguntas a la gente sobre el acuerdo y ellos pudieran responder qué es lo que entienden de lo que van a firmar. No tienen idea.

¿Has hablado últimamente con Ramón Ossa y Sandra Dagnino, tus ex abogados?
En estas últimas semanas no. Creo que están un poco rotas las confianzas y no es un tema menor cuando se trata de juicios de esta envergadura. Yo fui el que trajo a estos abogados a Caimanes. Varias veces me dijeron que eran unos delincuentes. Siempre los defendí a muerte. Siempre he sostenido que son muy buenos abogados, pero como personas ya no estoy tan seguro. Cuando fueron demandados por la minera por prevaricación y asociación ilícita, la comunidad los avaló 100%, los siguieron hasta Ovalle y les sirvieron de testigos. El afecto que la comunidad le entrego fue muy grande. Ahora pareciera que fueran otros.

¿Te aislaron para poder negociar ellos?
No quiero hacer juicios. La gente que quiere llegar a un acuerdo que lo haga, pero en conciencia.
Pero para llegar a un acuerdo y desistir de los juicios, tienen que firmar los demandantes y tú eres uno de ellos…
Sí, soy uno de los titulares.

Está enredada la cosa, entonces…
Mmmm.

Padres con hijos
¿No temes quedar como un líder intransigente?
O sea, obviamente la minera y quienes estén interesados en llegar a un acuerdo van a querer destrozarme. Luksic, además, tiene la gran posibilidad de lavar su imagen y lograr un acuerdo que no le cuesta prácticamente nada. Ellos piensan primero en sus bolsillos y después en las comunidades. Nunca han diseñado un proyecto pensado en la gente, en su cultura, sus arraigos y formas de vida. Primero piensan en la bolsa de metales de Londres.

¿Con cuánta gente te quedaste?
Hay gente que no estaba inscrita en el comité y que ahora está de acuerdo con nosotros. Respecto a la gente que estaba inscrita en el comité nos quedamos aproximadamente con doscientas personas.

¿Está muy dividido Caimanes?
Por supuesto, yo creo que es tan fuerte la presión que existe hoy en día en Caimanes que están enfrentados padres con hijos, hermanos con hermanos, unos tiran para allá y otros para acá. Pero más que división, creo que falta información y transparencia.

¿Sigues liderando entonces el Comité de Defensa de Caimanes?
Sigo siendo el presidente.

La empresa en este eventual acuerdo se compromete a no hacer más tranques en los alrededores de Caimanes, pero sí fortalecer el crecimiento vertical del tranque El Mauro. Suena ridículo.
Si ya les dijeron que se trataba de una obra ruinosa, de un tranque peligroso para la comunidad, por qué siguen desafiando al máximo tribunal del país. En lugar de minimizar el riesgo, quieren redoblarlo y hacerlo más grande todavía. O sea, los tribunales no mandan. Aquí en Chile manda el señor Luksic y, por lo tanto, “si él quiere agrandar el tranque, lo va a agrandar igual”.

¿Luksic está por sobre el Estado?
Por supuesto, a mí no me cabe duda. Mucha gente en este país sabe que Luksic está por sobre el Estado. Sabemos que a través de sus empresas se entregan dineros para las campañas políticas. Entonces, si ellos están por sobre el poder estatal y ahora se sienten por sobre el poder judicial, mejor apaguemos la tele, la radio, comprémonos un pasaje y vámonos de aquí. Yo no quiero ser gobernado por el dueño de una transnacional. Yo quiero que el poder judicial tenga independencia y cumpla el fallo como lo exigió la Corte Suprema.

¿Cuál es la solución real a esto?
La solución real es que la minera tiene que hacer la voluntad del pueblo, la comunidad tiene que decidir, los demandantes, los que se sienten perjudicados, ellos tienen que poner las reglas del juego.

Fuente: The Clinic