El recientemente renunciado director general de aguas, Matías Desmadryl asegura que hay que avanzar aún más en la institucionalidad y advierte sobre los desafíos de la cartera que deja.
-¿Cómo queda la DGA tras su renuncia?
-No hemos hecho sólo un diagnóstico de la situación general del agua, si no que un conjunto de acciones que ahora están en ejecución. Tenemos una estrategia nacional de recursos hídricos, donde hay proyectos de ley, reglamentos y un sistema nacional de información del agua.
-¿Cuáles son los desafíos que quedan?
-El formalizar esta estrategia nacional, continuar con el trabajo del sistema nacional de información del agua, hacer un uso más eficiente y sustentable en el desarrollo de infraestructura que permita contar con mayor regulación del agua y evitar las pérdidas.
-¿Qué habría que hacer a corto plazo en cuanto a las regulaciones?
-Ya hay dos proyectos de ley en plena tramitación en el Congreso con respecto a las regulaciones, una en materia de fiscalizaciones y sanciones, y también de perfeccionamiento de títulos. Además, hay tres reglamentos que ya están en etapas finales y esperamos que estén vigentes.
-¿Habrá problemas con la disponibilidad del agua en el país?
-Yo diría que la disponibilidad que podría haber a futuro, no se constituye en una traba para el desarrollo del país, para las inversiones, y para la calidad de vida de las personas.
¿Cuáles fueron las principales trabas que enfrentó en su período?
-Al contrario. Esto ha sido toda una oportunidad. Este es un gobierno que pasó del diagnóstico a la acción, y eso es un gran desafío.
-¿Qué temas siente que quedaron pendientes en su período?
-La verdad es que una de las cosas que podría haber faltado, es haber dejado una institucionalidad más adecuada.
Fuente: Diario Financiero