Mediante una declaración pública, la Federación de Trabajadores que aglutina a todos los sindicatos de las empresas sanitarias de Chile, desde Arica hasta Tierra del Fuego, manifestó su rechazo a las privatizaciones de éstas y realizó un llamado a la ciudadanía dando cuenta de las consecuencias que este proceso traerá para los chilenos.
Según expresa en el documento el Directorio Ejecutivo de Fenatros, no entienden “la obstinación del Gobierno de Chile por el mercado, por el lucro, por creer ciegamente que la propiedad privada resolverá los problemas de bien común que afectan a la sociedad chilena en su conjunto, e insistir en su política de continuar con el remate de la propiedad estatal que aun posee en las empresas sanitarias de Chile”.
La declaración continua indicando que: “bastó que una tragedia afectara nuestro país, como el terremoto del 27 de febrero del 2010, para que tras cartón, días después el gobierno anunciara la venta de “bienes prescindibles” del Estado, declarando como tales la propiedad que el Estado mantenía en las empresas sanitarias de Aguas Andinas, Esval, Essbio y Essal, que abastecen en su conjunto al 80% de la población de Chile, es decir a cerca de 10 millones de habitantes de las regiones Metropolitana, Valparaiso, Concepción y La Región de Los Lagos. Recientemente concretó la venta de la primera de ellas y se apresta a hacerlo con las demás en los próximos días.
“El gobierno no escucha el clamor social, no observa que en otros países que han iniciado este modelo privatizador como Francia y recientemente Italia, después de 30 años han tenido que estatizar las empresas publicas de agua potable, por los enormes costos sociales que acarreó en la población la privatización de los servicios básicos. Sin ir mas lejos en Uruguay también la sociedad revirtió mediante plebiscito el proceso privatizador del agua” manifiestan el directorio nacional de los trabajadores.
El consejo de la Corfo que el 24 de diciembre del 2010, siguiendo el mandato del gobierno acordó iniciar la venta, a pesar que todos los informes de especialistas aconsejaban que la enajenación de estas acciones era innecesaria, por los enormes excedentes que posee el país en el extranjero producto de la venta del cobre y porque además estas empresas sanitarias en venta aportan al erario nacional abundantes recursos todos los años para cubrir los programas sociales del presupuesto nacional, entre ellos el subsidio al consumo de agua potable que el 25% de la población de bajos ingresos recibe mensualmente, beneficio que va desde un 40 al 100 por ciento de la boleta mensual según sea la situación socio económica del usuario.
Los sindicatos y trabajadores continuaran con la campaña de defensa del agua, “porque sin agua, las ciudades, escuelas, barrios, industrias, comercio y hospitales, no funcionan y por tanto la provisión de estos servicios tienen un carácter vital y estratégico para el desarrollo de su vida y la vida de todos” aseguran.
Consecuencias para la ciudadanía
Las principales causas de preocupación de los trabajadores se deben a las graves consecuencias que se visualizan:
- Porque nos preocupa la alta concentración de la propiedad de las empresas de servicios públicos de distribución, que se están convirtiendo progresivamente en empresas mundiales, adquiriendo filiales en todo el mundo y reforzando su posición estratégica y de poder en los países de origen, y también en los que operan, dejando en pocas manos decisiones que afectan a muchos y encareciendo cada vez más los costos para los usuarios.
- Porque constatamos que los sindicatos y los ciudadanos en muchos de nuestras sociedades hemos quedado crecientemente al margen de las decisiones, conculcando en estos temas que constituyen derechos básicos de la ciudadanía.
- Porque estamos conscientes de que las reservas de agua dulce están en franca crisis en el mundo entero haciéndose cada vez mas importante tanto el uso racional y eficiente de hoy, como proyectar la demanda y la producción con una visión no solo económica, sino estratégica para el futuro de nuestros pueblos.
Por estas ranzones, la Federación Nacional de Trabajadores de Obras Sanitarias aseguran que “seguiremos luchando para defender lo que es nuestro, lo que es de todos los chilenos, para que vaya en beneficio de todos y no sólo de unos pocos”.
Fuente: El Repuertero.