Proteger a los tiburones del llamado aleteo ofinning, práctica que consiste en sólo cortar las aletas del animal y devolver el resto de su cuerpo al mar es el objetivo de la ley que acaba de ser aprobada esta tarde en el Congreso Nacional, luego de ser votada por el Senado por 24 votos a favor y 0 en contra.
Así, gracias a la aprobación de esta ley -ingresada al Congreso en enero pasado-, se prohíbe esta práctica, obligando a desembarcar el animal con sus aletas naturalmente adosadas al cuerpo, además de impedir la presencia de aletas sueltas de tiburón a bordo de la embarcación, su transporte o transbordo de una embarcación a otra.
“Chile se pone al día en la protección de estos animales que son tan importantes para los ecosistemas marinos. Sabíamos que desde nuestro país se estaban exportando grades cantidades de aletas de tiburón y que esta práctica implicaba la muerte de miles de ejemplares cada año. Con esta nueva ley contaremos con una herramienta fundamental para protegerlos y recuperar las especies más explotadas”, señaló Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana, una de las ONG impulsoras de esta iniciativa.
Precisamente, según informa este organismo, entre el año 2006 y 2009 se exportaron más de 71 toneladas de aletas secas de tiburón, correspondientes a 8 especies distintas. Las más afectadas por esta práctica son el tiburón azulejo (Prionace glauca) y el tiburón marrajo (Isurus oxyrhinchus).
El principal mercado de este producto es China, donde son usadas con fines culinarios. La sopa de aleta de tiburón tiene un precio de entre 100 y 200 dólares en los mercados asiáticos.
Fuente: La Tercera.