Una abundancia de especies endémicas, incluido el huemul, y su relevancia para la biodiversidad mundial, fueron dos factores que jugaron a favor para que la Unesco declarara ayer Reserva de la Biosfera mundial al corredor biológico Laguna del Laja – Nevados de Chillán.
Este territorio de 566 mil hectáreas y que abarca ocho comunas de la Región del Biobío se transformó así en la décima área del país que goza de esa categoría desde que el organismo de Naciones Unidas creó el programa Hombre y Biosfera.
Según destaca Eduardo Katz, gerente de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, este tipo de reservas permiten integrar al Gobierno, comunidades locales y empresarios en la conservación de zonas más amplias que los Parques y Reservas Nacionales.
Explica que el actual sistema de Unesco sobre las Reservas de la Biosfera -que incluye ya 580 sitios en 114 países- tiene como núcleo los Parques o Reservas Nacionales, y las zonas aledañas se integran a esta categoría con el objeto de aumentar el nivel de sustentabilidad de sus recursos naturales.
“También es como un sello verde para todos los productos agrícolas y forestales que ahí se generen, por lo que permite aumentar la inversión y fomenta el turismo”, resalta Katz.
El nuevo territorio chileno que entró a la categoría está comprendido por la superficie del Parque Nacional Laguna del Laja, la Reserva Nacional Huemules de Niblinto, el santuario de la naturaleza del mismo nombre, de la ONG Codeff, y la Reserva Nacional Ñuble. Además incluye zonas agrícolas, de plantaciones forestales, matorrales, humedales y tramos de bosque nativo y alta montaña no considerados dentro de las áreas protegidas.
Pedro Araya, coordinador de Reservas de la Biosfera en Conaf, explica que para su administración se creará un comité especial, presidido por el intendente regional, que tendrá como primera tarea elaborar un plan de gestión para todo el territorio asignado.
Hasta el año 2005, las siete reservas de la biosfera chilenas sólo comprendían territorios de áreas protegidas, pero desde entonces se han creado tres más que incluyen también zonas con actividad económica y presencia humana para ser más afines con el objetivo de sustentabilidad que persigue Unesco.
Las ya existentes son Lauca, La Campana-Peñuelas, Fray Jorge, Araucarias, Bosques Templados, San Rafael, Juan Fernández, Torres del Paine y Cabo de Hornos.