¡Menos mal que de vez en cuando hay buenas noticias para la Madre Tierra y la Patagonia! La mega donación de las fundaciones Tompkins de sobre 407 mil hectáreas para los nuevos parques nacionales Pumalín, Melimoyu y Patagonia y el acuerdo con el gobierno para subir de estatus las reservas nacionales Cerro Castillo, Alacalufes, Jeinimeini y Lago Cochrane y aumentar 950 mil hectáreas de superficie a los parques nacionales existentes Isla Magdalena, Corcovado y Hornopiren, fue noticia mundial la semana pasada. De esas noticias que en Chile son escasas y hasta cuesta creer que alguien, extranjero, nos haga tamaño regalo .Porque a fin de cuentas, aparte de la vida sobre el planeta, es la nación chilena la principal beneficiada. Si nos lo merecemos y estamos preparados para eso es otra cosa. Ahora habrá que esperar el decreto respectivo y una nueva institucionalidad de áreas silvestres protegidas que sea digna de tamaño regalo y desafío.
La verdad es que hasta da temor ese desafío y no faltan las razones. Solo recordar que de esas reservas y parques bajo administración del Estado de Chile por intermedio de Conaf, varias ni siquiera tienen infraestructura, ni protección alguna. Es más, el Parque Corcovado, formado en la misma forma hace unos años, corrió la misma suerte. O sea, el Estado de Chile no las protege, aunque firma todos los tratados y convenciones en que se compromete a ello. Mientras, los nuevos parques donados cuentan con infraestructura y cuidados de lujo. Otras de esas áreas, francamente están sumamente descuidadas, como la R.N. Cerro Castillo, que por lo demás también requiere adicionar superficie de valle, ahora ganadero, para mejorar las condiciones de vida de los huemules. Peor aún, el nuevo P.N. Melimoyu en su tiempo era parte de la Reserva Forestal Puyuhuapi, la que fue desafectada durante la dictadura, trasgrediendo la Convención de Washington. Y si bien ahora se suman terrenos fiscales al P.N. Isla Magdalena, no hace mucho la actual ministra de educación, cuando lo era de BBNN, le desafecto un pedazo; ahí donde esta Pto. Gaviota. La verdad es que Conaf “no pincha ni corta” y eso francamente no es solo responsabilidad de esa corporación. Por eso recibimos con bastantes expectativas el anuncio del ministro de Medio Ambiente de que esta red y donaciones pasaran al nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, al alero de ese ministerio y con un presupuesto sustancialmente mayor. En todo caso, esto no es solo una cuestión de platas y del ministerio o gobierno de turno, sino para el Estado y más aún, para la nación chilena, que actualmente no valora su patrimonio natural ni cultural. Ojalá esta red venga a ser también una forma de sentirnos orgullosos y parte de estas maravillas naturales y aprendamos a amar y cuidar la belleza de nuestro territorio. Esa belleza, en que se basaba la ética de Douglas Tompkins al trabajar en su visión y actual legado, el que recibimos de parte de Kristine, valerosa y cariñosa cómplice en esta misión. Y claro, también con esto la Patagonia puede pasar a ser una nueva “Costa Rica” que vive del ecoturismo, siempre y cuando nuestro país de mentalidad minera lo permita y modifique su acendrada cultura extractivista.
Cuando en nuestro país chaquetero era políticamente correcto tirarle mierda a Tompkins, este nos recordaba que el P.N. Torres del Paine también fue una donación y que hoy en día Puerto Natales vive de eso. ¿Alguno de los personajes mediocres esos reconocerá alguna vez su error (o mala clase)? Alguno parece insistir con lo del cuento del país cortado y la isla: ¿A quién le van a echar la culpa ahora de la deficiente conectividad? ¿A los parques acaso? Aparte de que si las islas son negativas al desarrollo ¿Cómo es que Gran Bretaña y Japón habrán llegado a ser tan desarrollados? O Australia e Islandia si prefieren ex colonias. ¿O no será que las regiones colonia alejadas son un problema para algunos? Otros critican el secretismo con que se trabajó esta propuesta. La verdad es que a nosotros también nos habría gustado participar en ella, aunque tenemos claro que por desgracia en este tema siempre hubo muchos que solo se dedicaron a aportillar y eso muchas veces con muy malas artes, cayendo en bajezas realmente increíbles. En ocasiones hasta parecía una pugna entre los más altos y más bajos valores.
Finalmente, así como nos alegra y aplaudimos esta hermosa noticia, nos gustaría además que Conaf, ya que por lo visto no se atreve o no es capaz de entregar el expediente del “sitio de Patrimonio Mundial Archipiélagos y Hielos Patagónicos” al ministerio de Relaciones Exteriores para su envío a UNESCO, mejor se lo traspase al ministerio de Medio Ambiente, donde parece están más motivados con estos temas. Este sitio viene a ser un complemento y valorización internacional de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia y es la próxima gran noticia mundial positiva que nuestro país se merece.