Esta mañana, en la superintendencia del medio ambiente en Concepción, fueron ingresadas 5 nuevas denuncias contra el proyecto Central Ñuble de Pasada, megaproyecto hidroeléctrico de la empresa Eléctrica Puntilla S.A. que se está construyendo desde el año 2014 en la comuna de San Fabián.
En esta oportunidad, el Movimiento Social en Defensa del Río Ñuble ha denunciado a la empresa por las siguientes razones:
1) Omitir información relevante en la consulta de pertinencia ingresada durante este segundo semestre al Servicio de Evaluación Ambiental, para modificar el diseño de su proyecto, sobre todo lo que respecta al canal de aducción, aumentando significativamente los impactos que esto tendrá en el territorio, tanto a las comunidades como al medio ambiente. La empresa omitió información referente a las personas que viven en la zona de intervención directa del proyecto, ignorando que habrá familias que tendrían que ser erradicadas de llevarse a cabo la modificación. Además omitió que en la zona a intervenir se encuentra bosque nativo en estado de preservación, el que se encuentra protegido por ley. Cabe señalar que hace algunas semanas, el SEA resolvió que NO era necesario someter estas modificaciones al sistema de evaluación ambiental, resolución que está ampliamente cuestionada tanto por la Municipalidad de San Fabián como por la cámara de diputados.
2) Acopio ilegal de material extraído de la excavación de sala de máquinas. Este hecho fue denunciado ya en el año 2015, cuando la empresa acopiara miles de metros cúbicos en un sitio distinto a los autorizados por la RCA 218/2007. Hasta la fecha, la situación sigue sin resolverse, a la luz de las inspecciones, fiscalizaciones y visitas por parte de una variedad de autoridades que han reconocido la falta.
3) Fraccionamiento del proyecto. Se denuncia que el ingreso al sistema de evaluación ambiental del proyecto de la mega central, se hizo de forma parcial, en una estrategia para hacer ver y creer que los impactos de éste son menores a lo que realmente respecta al proyecto completo. Es así que este proyecto se ingresó en al menos dos partes, una llamada “Central Ñuble de Pasada”, que contempla sólo las obras propias de la central, y por otro lado, otro llamado “Línea alta tensión 2×220 kv San Fabian – Ancoa y obras asociadas”, que corresponde a la línea de transmisión de la energía generada. Sin embargo, ninguno de los dos proyectos tiene sentido por separado, y son parte de un mismo megaproyecto.
4) Incumplimiento de la RCA 218/2007. La resolución establecía que dentro de las obras previas a la construcción de la central, una de las cosas que debía hacerse, era la instalación y construcción de los campamentos para recibir y albergar a los trabajadores y población flotante vinculada al proyecto. Al día de hoy, esto sigue en incumplimiento y no existen dichos campamentos. San Fabián de Alico ha tenido que cargar con todos los impactos (no evaluados) de lo que ha significado mantener a los trabajadores viviendo en el pueblo y sus alrededores, que dicho sea de paso, superó con creces a la cantidad de trabajadores que la resolución de calificación ambiental establecía para este proyecto (RCA 218/2007 establecía un promedio de 250 trabajadores con un máximo de 550, mientras la empresa informaba de manera oficial en los consejos municipales y en sus anuarios, que esta suma ascendía a 1200 – 1300 trabajadores. Esto fue denunciado ya el año pasado, sin obtener respuesta al hasta el día de hoy).
5) Incumplimiento de la RCA 218/2007 Proyecto fuera de plazos. El proyecto establecía una duración total de su fase de construcción de 30 meses y un cronograma asociado al progreso del mismo. Hoy el proyecto lleva 24 meses y apenas un 10% de avance, desfasado en casi todas sus actividades respecto al cronograma aprobado en la resolución de calificación ambiental. Este incumplimiento implica que las comunidades y el territorio en general tendrá que ser sometido al perjuicio de la construcción de la central, por un período de tiempo muy superior a lo establecido, y con ello, sufriendo un sinfín de costos e impactos que no estaban considerados ni evaluados. Una vez más vemos como las mal llamadas “externalidades” son cargadas, impuestas e injustamente asumidas (y porque no decirlo, subvencionadas) por las comunidades y el medio ambiente donde se emplazan estas destrucciones masivas.
Para el vocero de la organización, Juane Rosselot, la situación pasa a ser de vital importancia. “Estamos sorprendidos de cómo funciona este sistema. Realmente no podemos entender cómo es que una empresa con tantas fallas en la ejecución de un proyecto, con tantas irregularidades, ilegalidades, y acciones fuera de la norma y poco éticas, tenga el respaldo del Estado para que siga su curso como si nada. Las señales que el gobierno y sus organismos han mostrado, ante el penoso desarrollo de esta central, a estas alturas, solo dan para pensar en que aquí se está cocinando algo donde hay mucha gente y dineros involucrados, tanto del ámbito administrativo, político y empresarial, y que la cosa huele mal. Vemos que no es simplemente respecto a este proyecto privado, sino que también existe un vínculo estrecho con el proyecto Embalse Punilla, y esto nos preocupa mucho. Nosotros seguimos trabajando por un desarrollo real y sustentable para la comuna, de la mano de la Naturaleza y donde estos proyectos destructivos y generadores de mal estar, no forman parte del plan de desarrollo para esta cuenca. Lamentamos que los adultos que están tomando las decisiones sobre la conducción y el devenir de nuestro país, no estén en un nivel de consciencia donde trabajar por el bien común y buen vivir para todos, parece algo descabellado. Invitamos a las autoridades a darse cuenta del presente que están construyendo para nuestras futuras generaciones, y que si por favor no se encuentran a la altura de la responsabilidad que ello implica, que den un paso al lado y dejen esos espacios para los jóvenes que están conscientes de su vivir, sus acciones y las consecuencias de sus actos.”
Estas acciones se suman a la larga lista de acciones legales y administrativas que acumula el proyecto desde el año 2013.