Durante 15 días, un equipo de científicos midió las condiciones químicas del Estrecho de Magallanes para analizar cuáles son los efectos causados por el dióxido de carbono. Los primeros resultados de la investigación se conocerán a fin de año.
Pasaron 15 días a bordo de la embarcación Forrest para medir las condiciones químicas del sistema marino de la Región de Magallanes. Un equipo de 10 personas, liderado por el investigador del Centro de Investigación de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes(IDEAL)y del Centro de Investigación de Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), Dr. Rodrigo Torres, llegó hasta la isla Madre de Dios, al sur del Golfo de Penas, para medir los efectos de la de la acidificación de los océanos en el lugar.
La acidificación de los océanos es un proceso que ocurre cuando las masas de agua absorben el dióxido de carbono (CO2) producido por el humano. Al momento que el CO2 ingresa al sistema marino, reduce los niveles de pH y el estado de saturación del carbonato de calcio, lo que es perjudicial para los organismos marinos que habitan en él. La zonas de altas latitudes son vulnerables, debido al aporte de agua dulce producido por el derretimiento de los hielos por el cambio climático.
“Madre de Dios es el único lugar de la Patagonia chilena que posee carbonato de calcio, conocido comúnmente como roca caliza. Hasta el momento no se conoce ningún otro sitio con estas características en el hemisferio sur. Además de ello, posee otra particularidad: la mitad de la isla tiene carbonato de calcio y la otra granito, lo que nos permite contrastar las muestras de ambos sistemas marinos”, explica el Dr. Rodrigo Torres.
La hipótesis que pretenden probar los investigadores es que el sistema marino del sector deisla Madre de Dios que posee carbonato de calcio, es un refugio para los organismos que en las otras partes del océano están sufriendo los efectos de la acidificación.
“Queremos ver si las especies que consumen este carbonato de calcio, como las cholgas y los choritos, son de mayor tamaño. Deberían tener un esqueleto más resistente en comparación a los organismos que habitan otros lugares de la Patagonia chilena”, asegura el asistente de investigación Emilio Alarcón.
Los científicos, que desde el 2015 se encuentra estudiando la isla Madre de Dios, realizaron mediciones de pH, alcalinidad total, salinidad y temperatura. Todas ellas serán analizadas en laboratorio durante los próximos meses.
“Desde el punto de vista de la oceanografía, no hay estudios similares a los que estamos haciendo en isla Madre de Dios. En ese sentido, nuestras mediciones entregarán información valiosa y única”, afirma Alarcón.
Los primeros resultados de la investigación se conocerán a fin de año. @prensaantartica