En Chile este porcentaje alcanza al 12%, similar a países como Suiza, Austria, Bélgica y Reino Unido. En Latinoamérica, Argentina marca 13%, México 14% y Brasil 15%.
No hay duda. Vivir en un entorno saludable es esencial para ser sano y reducir lo más posible las enfermedades crónicas.
Así lo destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ayer entregó su segunda edición del informe «Ambientes saludables y prevención de enfermedades». El documento reconoce el gran avance del mundo en reducir las muertes por enfermedades infecciosas gracias a un mejor acceso al agua potable, al saneamiento, las vacunas y los medicamentos.
Pero aún es una amenaza importante la contaminación del aire, del agua, de los suelos; la exposición a productos químicos; la radiación ultravioleta, y, últimamente, los efectos del cambio climático. Estos factores contribuyen principalmente a generar enfermedades como los accidentes cerebrovasculares, problemas cardíacos, tumores y enfermedades pulmonares.
Sanear los ambientes
«Un ambiente sano es la base de la salud de la población», señala la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS. «Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente», agrega.
Según el informe, los más afectados por los riesgos ambientales son los niños menores de cinco años, y los adultos mayores de 50.
Entre las regiones del mundo más afectadas están el Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental (ver mapa). En la primera se encuentra India y en la segunda China, los países más golpeados por esta realidad que los lleva a tener un 30% de sus muertes causadas por la contaminación. Entre los países menos afectados están Suecia, con 10%; Noruega e Islandia con 9%, Mónaco 8% y San Marino 7%.
En América las mejores cifras son de EE.UU. y Canadá, con 11%; seguidos por Chile que marca 12% (equivalente a 11.300 muertes), similar a países como Austria, Bélgica, Reino Unido y Suiza. En Latinoamérica, Argentina llega al 13%, Brasil y Cuba al 15% y México al 18% de muertes por contaminación del total de fallecimientos del país en un año.
«Es sumamente urgente invertir en estrategias que reduzcan los riesgos ambientales en las ciudades, hogares y lugares de trabajo», dice la doctora María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
«Si bien las críticas a la atención de salud en el país tiene bases reales, no es menos cierto que tenemos un perfil de enfermedad de país desarrollado», dice la doctora Patricia Matus, epidemióloga en Salud Ambiental y directora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de los Andes. Esto es gracias a que casi 100% de la población accede a agua potable y servicios sanitarios.
«Pese a esto, hay lugares en Chile, como la Región del Biobío, con una realidad similar a la de países subdesarrollados en cuanto a la presencia de hepatitis», explica la doctora Matus. Esto porque son zonas donde aún las excretas se lanzan al mar a través de ductos, lo que contamina las aguas y los productos del mar.
«En Chile tenemos problemas de norte a sur por la contaminación. Si en el norte el problema es en los suelos por los minerales, en el sur es en el aire por uso de leña y por el tránsito vehicular», advierte el doctor Dante Cáceres, director del Programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
También el cambio climático está causando problemas por desertificación, falta de agua y menos saneamiento, «lo que es un caldo de cultivo para la aparición de nuevas enfermedades», añade el especialista. Algo que debe ser abordado por las autoridades.
Fuente: El Mercurio