La situación hídrica del valle de Azapa no sólo preocupa a las y los agricultores por sus próximas cosechas y comunidad científica, sino que también repercute en la disponibilidad de futuros terrenos agrícolas.
El Valle de Azapa cuenta con una agricultura intensiva, impulsada en la década de los 70 una vez que la Junta de Adelanto de Arica generara un estudio agroeconómico para determinar la producción, organización, manejo y comercialización de la agricultura del lugar. Esta política de desarrollo ha permitido incrementar la productividad agrícola, pero también su requerimiento de agua que incide en la disponibilidad de tierras cultivables.
De acuerdo a la secretaria regional ministerial de Bienes Nacionales, Ingrid Robles, “los proyectos agrícolas productivos para el valle de Azapa no lo estamos aprobando porque hay una escases hídrica, hay un estrés del valle, no hay agua, entonces no hay proyectos que se pueden sustentar en ninguna lógica”, sentenció.
La autoridad regional aclaro que lo que durante su periodo se ha realizado es la regularización de personas que “tenían arriendos con nosotros y ejecutaron un proyecto productivo y que en el gobierno anterior se les subió el precio, reclamaron y se asociaron. Dado que eran personas indígenas nosotros las estamos regularizando y les vamos a vender el terreno”.
Situación hídrica
La falta de agua no es sólo una preocupación de las y los agricultores, pues ya el 2013 investigadores advertían sobre la necesidad de mejorar algunos aspectos de manejo del cultivo, especialmente vinculado a las técnicas del riego y fertilización para dar sustentabilidad a esta actividad en el valle de Azapa.
Segùn la nota científica “Antecedentes generales para la sustentabilidad de la producción hortícola en el valle de Azapa, Arica, Chile” de los autores Francisco González Vallejos, Alejandro Riquelme Garcés, Pablo Contreras Luque y Pilar Mazuela, de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá, “la sobreexplotación del acuífero del San José está afectando la disponibilidad y calidad de agua debido a: 1) habilitación de suelos; 2) ineficiencia en las técnicas de riego y, 3) sobrefertilización. El acuífero del río San José, además, es la fuente de agua potable para la ciudad de Arica. Según la Dirección General de Aguas (DGA), la explotación del acuífero de Azapa está sobre su capacidad sustentable, del orden de 700 L seg-1, pues los derechos de aprovechamiento de agua superan los 3000 L seg-1 y la explotación real es de 1000 L seg-1”, cita el estudio difundido en la publicación cientìfica Idesia.
El valle cuenta con una extensión de más de 58 kilómetros con 3.282 hectáreas, cuyo principales cultivos son: los olivos (1.228 ha) y hortalizas (tomates 700 ha), según menciona el artìculo “Agricultores de Azapa y Lluta forman GTT para mejorar competitividad” en INIA Tierra Adentro julio- agosto del 2008.
Cabe mencionar, que en los último años, se ha ido transformando en uno de los valles productores de las empresa semilleras con 50 hectáreas, de acuerdo a Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) Chile.