Regulador estimó que acuerdos de suministro con filiales, tras quiebra de Campanario vulneraron ley eléctrica.
Tras la quiebra, en 2011, las centrales Campanario Generación y Tierra Amarilla fueron vendidas por Southern Cross a Duke Energy e Inkia.
La última quiebra de una generadora en el sistema eléctrico, ocurrida en 2011, sigue teniendo coletazos, que esta vez tocaron a dos de las mayores eléctricas del SIC: AES Gener y Colbún.
Ambas fueron sancionadas en julio por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), cuyo titular es Luis Ávila, por la supuesta vulneración de una serie de normas de la ley eléctrica.
Los cargos apuntan a contratos que las generadoras firmaron con filiales con el objeto de evitar la entrega de energía para cubrir los contratos de las fallidas Campanario Generación y Tierra Amarilla, entonces propiedad de Southern Cross y hoy en manos de Duke Energy e Inkia, respectivamente.
Las denuncias
En septiembre de 2011, un grupo de pequeñas y medianas generadoras y clientes, denunciaron a AES Gener y Colbún, alegando que las firmas habrían incumplido la obligación de suministrar energía al sistema a contar de julio de ese año, provocando diferencias en los balances de inyecciones y retiros de energía del sistema, asignándose déficit mayores a los reales y perjudicando al resto de las empresas.
Éste mecanismo habría permitido a las firmas soslayar el suministro de energía para clientes residenciales que dejó de entregar Campanario, que tenía compromisos con CGE Distribución y Saesa, los que debieron ser cubiertos por el resto de los actores del SIC a prorrata de su capacidad disponible, lo que provocó pérdidas por unos US$ 100 millones.
La SEC dice que AES Gener habría suscrito un convenio con su filial Eléctrica Santiago, que opera el complejo Renca, mientras que Colbún firmó con Arauco Energía.
Esta práctica habrían provocado el “incumplimiento de la obligación de preservar la seguridad del servicio en el sistema eléctrico y garantizar la operación más económica para el conjunto de las instalaciones de este sistema, al haber celebrado contratos y asignado indebidamente déficit mayores a los establecidos”, lo que constituye una transgresión de la ley.
En su defensa, las empresas alegaron que los acuerdos impugnados cumplían con la normativa y ambas estaban capacitadas para suscribirlos. Asimismo, descartaron que esta acción haya buscado alterar la operación real del SIC, la que es definida por el Cdec-SIC, y el balance final de inyecciones y retiros, que determina el pago a las empresas.
La SEC sancionó a AES Gener con 2.400 UTM ?($ 101,5 millones), mientras que Colbún deberá pagar una multa de 1.800 UTM ($ 76,1 millones).