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El ministro Pablo Badenier dijo que la instancia gubernamental basó su decisión en la inexistencia de medidas de mitigación, reparación y compensación por parte de los impulsores del megaproyecto, mientra su par de Energía, Máximo Pachecho, destacó que fue una decisión unánime que en nada compromete «la política energética que hemos diseñado en la agenda de energía, sino que se refiere específicamente a un proyecto».
El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, anunció este martes que el Comité de Ministros resolvió declarar “rechazado” el proyecto HidroAysén, luego de acoger los recursos de reclamación interpuestos por las comunidades de la zona y de la ciudadanía.
“El proyecto hidroeléctrico HidroAysén se declara rechazado”, dijo el secretario de Estado luego de una reunión de más de tres horas de la instancia, confirmando la lápida al megaproyecto y desatando la algarabía de las organizaciones sociales y ambientalistas que se oponían a éste.
Badenier añadió que los impulsores de la iniciativa, Endesa y Colbún, tienen un plazo de 30 días para apelar ante el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, que es el que tiene ahora la última palabra sobre el destino final del megaproyecto.
Dijo que en la reunión de hoy, que se extendió por cerca de tres horas, quedaron definitivamente invalidados “por ilegales” los acuerdos alcanzados el 30 de enero pasado por el Consejo de Ministros de la administración de Sebastián Piñera.
“Este Comité de Ministros ha decidido acoger los recursos de reclamación presentados por la comunidad, por la ciudadanía, y dejar sin efecto la resolución de calificación ambiental del proyecto HidroAysén y, en este acto administrativo terminal, se declara rechazado este proyecto hidroeléctrico HidroAysén”, sostuvo en relación a las 35 presentaciones contra la iniciativa.
ARGUMENTOS
El titular de Medio Ambiente explicó que los argumentos que sustentan este rechazo tienen que ver básicamente “con la inexistencia de un plan de relocalización como medidas de compensación paa un impacto significativo declarado por el propio titular HidroAysén”, y también con que tampoco existe “una cuantificación adecuada de los impactos ambientales por efectos de cambio de la hidrología de los cursos alterados en términos del ecosistema acuático”.
Finalmente, dijo que había “una inconsistencia con respecto a la línea base declarada y levantada por el titular en fauna terrestre, lo que no permite configurar ni cuantificar impactos ambientales y, por ende, tampoco establecer medidas de mitigación, de reparación y de compensación con respecto a estos impactos”.
Badenier afirmó que “para nosotros es importante que los proyectos que efectivamente no consideren todos los impactos que generan y que no presenten medidas de mitigación reparación y compensación, son proyectos que efectivamente deben ser rechazados. Acá el impacto que se cuantifica y que se evalúa en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental es importante. Acá hay una institucionalidad ambiental que funciona, que va a seguir funcionando y que da garantías a todas las partes reclamantes que los recursos de reclamación se van a abordar de la mejor manera, se van a abordar en el fondo y van a tener este tipo de pronunciamientos del Comité de Ministros que son fundados en el proceso de evaluación y en las prerrogativas que tiene este Comité de Ministros”.
Finalmente, el secretario de Estado consideró que la tramitación de HidroAysén fue larga “y que se prolongó más allá de lo conveniente. Haber prolongado más de dos años y medio el pronunciamiento sobre recursos de reclamación, daña la institucionalidad ambiental, una institucionalidad ambiental que creemos estamos restituyendo (…) al cumplir dentro del plazo reglamentario nuestro pronunciamiento como Comité de Ministros”.
En tanto, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, destacó que la decisión la adoptó el Consejo en una votación unánime.
El Comité de Ministros tomó la decisión de acoger las 35 reclamaciones contra HidroAysén en una sesión realizada este martes y que se extendió por tres horas.
Asimismo, dijo que HidroAysén presentaba “faltas importantes en su ejecución al no tratar con el debido cuidado y con la debida atención los aspectos relacionados con las personas que ahí viven y con la gente que es impactada por este proyecto, de manera que esa decisión que se ha tomado en el día de hoy, es una decisión que en nada compromete la política energética que hemos diseñado en la agenda de energía, sino que se refiere específicamente a un proyecto”.
CELEBRACIÓN DE AMBIENTALISTAS
Tras conocer la decisión del Comité, los representantes de distintas organizaciones medioambientales no ocultaron su satisfacción.
“Este es el triunfo ciudadano de esas miles de personas que salieron a las calles a manifestar su oposición al proyecto. La muerte de Hidroaysén es la victoria de la sociedad civil empoderada que alzó la voz durante más de 10 años para finalmente lograr sepultar el megaproyecto”, dijo el director de Greenpeace Chile, Matías Asún.
Asimismo, destacó que este fallo es la antesala al rechazo a proyectos contaminantes y una invitación a fomentar la viabilidad de las energías renovables no convencionales en Chile.
“HidroAysén le cambió la cara a Chile. Lo que ocurrió hoy es uno de los mayores triunfos ambientales de la década, pues ha sido la gente la que impuso el cuidado del medio ambiente sobre la ambición de unos pocos. Esta es la prueba de que actuando juntos podemos cambiar la historia y construir otros caminos de desarrollo”, dijo.