La Región de Coquimbo es la que enfrenta la situación más complicada, pues tres represas ya se secaron.
“Hace 20 años esto estaba todo lleno, y hace unos ocho años que no hay agua para arriba”, cuenta el arriero Segundo Muñoz, a los pies del volcán Antuco, en Biobío. Allí, hace dos décadas, la laguna del Laja cubría lo que hoy es un valle cruzado solo por un río.
El embalse natural más grande del país almacena apenas el 16% de su capacidad, el nivel más crítico desde 1999.
“El lago está en una situación de mucho daño, hay sectores que parecen un verdadero riachuelo”, dice la gobernadora de Ñuble, Lorena Vera. Ahí, además de la generación eléctrica, se riegan 150 mil hectáreas e influye en el turístico Salto del Laja.
La situación no es diferente en el resto de los tranques repartidos hasta Atacama, debido a la sequía que se extiende por ocho años.
La más golpeada es Coquimbo, donde de sus ocho represas, tres ya están secas: Recoleta, Cogotí y Culimo. La Paloma, la más grande de riego en Chile, guarda agua equivalente al 2,5% de su máximo. Y del total de la capacidad regional, hay reservas por apenas un 5,2%.
En Maule, la laguna del Maule tiene 170 millones de m {+3} de su nivel final de 1.420 millones de m {+3} , situación que no se veía desde 1999. A nivel de lluvias, datos de la Dirección General de Aguas muestran que el déficit alcanza al 50% en la IV Región; en la V es del 35%; un 40% en la Metropolitana, mientras que en O’Higgins, Maule y Biobío, es de 45%, 50% y 25%, respectivamente.
De acuerdo al último informe de sequía que elabora la Dirección Meteorológica, durante el mes de marzo hubo un leve aumento de las precipitaciones desde Concepción al sur; sin embargo, agrega que “con relación a la cantidad de precipitación acumulada, el déficit se mantiene entre las regiones de Coquimbo y del Maule”.
También augura la llegada del fenómeno del Niño en el invierno, lo que impactaría positivamente, sobre todo en la zona centro-sur. Pero no en el Norte Chico.
El meteorólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas Cristóbal Juliá explica que para la IV Región, el efecto del Anticiclón del Pacífico haría que “los valores de las precipitaciones vuelvan a sus cifras normales. No esperamos que se generen lluvias muy intensas, pero sí más que en los últimos años (…) no se resuelve el tema de la sequía en Coquimbo, porque se necesita mucha mayor cantidad de lluvia para una recuperación sustancial del sistema hidrológico”.